10/12/2010

301. Fabricación de maquinas barredoras urbanas

Autor: Jorge Elías
A. Proyecto: Fabricación local de maquinas barredoras urbanas

B. Fundamentación: La limpieza de las ciudades no es sólo una necesidad estética sino también higiénica y de protección medioambiental. Hoy en día, nuevos problemas medioambientales de mayor incidencia en la calidad de vida ciudadana y en la utilización equilibrada de los recursos naturales hacen que la limpieza urbana siga mereciendo una atención constante potenciada por las nuevas necesidades ciudadanas.
La correcta gestión de estos servicios precisa de un tratamiento interdisciplinar, complejo y coordinado, de todos los diversos y variados aspectos que inciden en el ensuciamiento y en la limpieza de las ciudades.
El barrido mecánico es el tratamiento de limpieza realizado con una máquina autopropulsada, dotada de cepillos escarificadores y un sistema de carga de residuos, destinada a barrer todos los pavimentos que lo permitan, ya sean calzadas, aceras o áreas peatonales. La barredora es manejada por un solo operario, que desde la cabina realiza las operaciones de conducción, las de barrido y las precisas para la regulación y control de todos los mecanismos que optimizan los resultados de estos equipos.

La función esencial de una barredora es el arranque y transporte de las partículas sólidas depositadas en el pavimento, ya estén adheridas o sueltas. Las sueltas pueden removerse con facilidad por la acción de los cepillos, pero en el caso de que estén adheridas deben ser arrancadas, para lo cual puede utilizarse el cepillo o incorporarse unos rascadores adicionales que faciliten la labor por un efecto puramente mecánico.
La provisión de la máquina barredora es esencial para poder prestar un adecuado servicio de limpieza de calles, ya que hasta ahora muchos de estos trabajos debían hacerse manualmente o requerían el alquiler de máquinas para atender necesidades especiales.
Al ser de fabricación local, se disminuye el costo de las mismas, y se accedería mediante una gestión sanitaria asociada a una presupuestación anual a  generar una nueva industria que asista con equipamiento mecánico a las ciudades del país.
El barrido mecánico es el tratamiento más económico dada su excelente productividad, pero las barredoras precisan de unas operaciones de mantenimiento costosas para su óptimo funcionamiento, sobre todo en la sustitución de los cepillos. Los principales motivos que inducen a elegir este equipamiento son:

- Recogida de todo tipo de desechos sin obstrucciones en el sistema de recogida: residuos urbanos en general, de grandes mercados, residuos estacionales (hojas, polvo y barro), desechos que se adhieren al terreno.
- Velocidad elevada de trabajo: al menos el doble de las barredoras aspirantes, garantizando de este modo una fuerte recuperación de los costes de gestión y por lo tanto, un coste limitado por kilómetro barrido.
- Amplio ancho de barrido: superior a 3 metros. Indispensable para la limpieza de calles periféricas y carreteras de circunvalación, amplias plazas y áreas de mercado.
- Utilización de poca cantidad de agua de riego y por lo tanto, mayor capacidad disponible para los desechos.
- Reducido nivel de ruido debido a la ausencia de grandes turbinas, como en el sistema aspirante.
El barrido mecánico de calzadas está limitado a los viales con ausencia de estacionamiento de vehículos. Si el tratamiento se aplica sobre aceras y áreas peatonales, las posibilidades de llevarlo a cabo están determinadas por la anchura de las aceras y los obstáculos que en ellas se encuentran. Por tanto, se observa que el barrido mecánico tiene un área clara de aplicación sin limitaciones y otras áreas en las que es aplicable con cierto grado de limitaciones. La opinión generalizada es que debe intentarse al máximo la aplicación de este tipo de servicio a pesar de sus limitaciones.
Un aspecto fundamental a favor de este tipo de tratamiento es su costo. El barrido mecánico en áreas sin limitaciones es la solución más económica, pues está en niveles de costo inferiores a dos tercios de los servicios de barrido manual, aunque se debe tener muy en consideración el capítulo de inversiones, especialmente importante en el barrido mecánico. En lo referente a la aprobación ciudadana, el barrido mecánico de calzadas tiene una buena aceptación.

C. Objetivos generales:
-  Proporcionar equipamiento para el barrido mecánico a los municipios mejorando el nivel de salubridad de los habitantes.
- Incrementar la velocidad del trabajo superando al empleo manual 
- Aumentar la amplitud del barrido, actualmente limitado al ancho del cepillo de limpieza
- Mejorar la rapidez de operación cubriendo mas áreas en menos tiempo
- Mayor eficiencia en la remoción de basura
- Mayor rendimiento en avenidas
- Menor riesgo
- Ahorro de mano de obra
- Planificar las operaciones (rutas e itinerarios) para evitar el estacionamiento de los vehículos.
 
D. Lugar: Parque Industrial de la Provincia de Buenos Aires (a determinar)

E. Recursos necesarios:
-Estudio de factibilidad del proyecto
-Estudio de impacto ambiental
-Aprobación del proyecto por el PEN (Ministerio de Industria)
-Acuerdo para la fabricación local bajo licencia de un modelo de maquina barredora urbana para calzadas
-Asignación de la partida presupuestaria para la fabricación del equipamiento
-Creación de una empresa mixta para la fabricación de motobarredoras urbanas (51 % privada y 49% estatal)
-Asignación del equipamiento a las provincias que lo requieran, financiadas por la banca nacional

F. Características generales: Es importante que los municipios estén equipados con máquinas barredora con la que se podrá mejorar considerablemente el servicio de limpieza de calles. Las barredoras cuenta con una tolva o depósito de gran capacidad, lo que la dota de mayor autonomía de limpieza, equipamientos especiales para la limpieza de agua de alta presión y lanzaderas de presión, un sistema de riego o baldeo para las calles, una manguera de aspiración para la limpieza de arriates y arquetas y barrido de esquinas y rincones con el cepillo frontal. Además, su sistema de soplado/aspiración elimina por completo las emisiones de polvo fino al aire de salida. Una barredora mecánica emplea un sistema de recogida que se sirve de un cepillo central y de un transportador de paletas para llevar los desechos al contenedor.
Existen dos tipos fundamentales de barredoras en función del sistema de recogida de residuos: las de arrastre y las de aspiración.
1. Barredora de arrastre. Este tipo de barredora basa su eficacia en dos grupos de cepillos que arrancan del suelo los residuos y los dirigen hacia el centro de la máquina. En la parte frontal suele llevar un equipo de humectación para evitar la formación de polvo. Tras los rociadores se encuentran los cepillos delanteros, que tienen por misión ampliar el ancho de barrido, arrancar y recoger todos los residuos depositados en la línea de bordillo y guiarlos a la línea de acción cubierta por el cepillo posterior, encargado de recogerlos.
Su pieza fundamental es el cepillo trasero, que recibe la totalidad de los residuos recolectados. Su misión fundamental es separarlos de la calzada y lanzarlos hacia arriba, donde caen, por gravedad, en la cinta transportadora que los lleva a la tolva de almacenamiento.
Una parte importante del volumen de la máquina lo constituye el depósito de residuos, pues este tipo de máquinas, más apropiado para altos grados de ensuciamiento, precisa de una tolva de gran capacidad para evitar pérdidas de productividad por excesivos desplazamientos para descargar.
Todos los elementos, al ser regulables, unos de forma permanente en el taller de mantenimiento y otros en la propia operación de barrido, confieren a estas máquinas una gran adaptación a condiciones especiales o particulares. Para estas barredoras es frecuente el uso de vehículos de tres ruedas, que permiten una mayor maniobrabilidad y flexibilidad en la operativa.
2. Barredora de aspiración. Este tipo de barredoras está destinado a áreas con menor grado de ensuciamiento en las que se desee un acabado más perfecto y el barrido de un mayor porcentaje del polvo depositado sobre los pavimentos. Las baterías de cepillos tienen en este caso la misión más concreta de concentrar los residuos bajo la tolva de aspiración. Los residuos y el polvo atmosférico depositado en la vía pública son aspirados y arrastrados hacia un depósito. Su propio principio de funcionamiento hace que estas máquinas sean propensas a la formación de polvo, pero la mayor humectación y, sobre todo, su uso en áreas menos suciedad, reduce el riesgo de molestias. La regulación de la altura de la boca de aspiración, su movimiento automático para evitar obstáculos que puedan dañarla y la elevación y acercamiento de cepillos y mecanismos, hacen de estas máquinas equipos sofisticados que deben ser sometidos a un control y mantenimiento muy exigentes. En los últimos años, se ha desarrollado una tendencia hacia la simplificación de estos equipos, en especial los de tamaño medio, que los está haciendo cada vez más útiles y fiables.
Cada uno de estos tipos de barredoras presenta una serie de ventajas e inconvenientes que hacen que su elección deba ser estudiada cuidadosamente.
Las barredoras de aspiración de gran capacidad montadas sobre camión tienen la ventaja de alcanzar hasta los 100 km/h en su desplazamiento, velocidad muy superior a la de las barredoras de arrastre, que suelen ir montadas sobre chasis autoportante y generalmente no llegan a superar los 50 km/h.
Las barredoras sobre chasis propio tienen muy buena maniobrabilidad y su radio de giro es menor a los de las barredoras montadas sobre camión. Algunos modelos llevan tres ruedas, pudiendo estar la rueda directriz tanto colocada en la parte delantera como en la trasera. Otros modelos de cuatro ruedas llevan las dos traseras montadas prácticamente como ruedas gemelas, que a su vez son las directrices. En otros modelos de cuatro ruedas, las cuatro son directrices.
En cuanto a la capacidad de descarga en puntos intermedios de su recorrido, generalmente situados en la ciudad, las tolvas de las barredoras sobre chasis autoportante se elevan a alturas que les permiten descargar sobre contenedores de escombros o de residuos sólidos urbanos, o incluso sobre la caja de un camión.
Las barredoras de aspiración sobre camión descargan por el sistema de volquete y deben hacerlo directamente sobre el suelo, lo que les obliga a desplazarse a una planta de transferencia, cuando no directamente al punto de disposición final de los residuos.
Las barredoras de pequeño tamaño para calles estrechas de cascos históricos o para aceras y áreas peatonales van montadas sobre chasis autoportantes con características técnicas muy similares en cuanto a velocidad de desplazamiento, velocidad de trabajo y capacidad de carga. Por esta razón, en los criterios de elección deben barajarse aspectos como cantidad y tipo de residuos, facilidad y economía de las operaciones de mantenimiento.

Datos utiles: Karcher S.A.
Av. Uruguay 2887 (CP 1646) - San Fernando - Provincia de Buenos Aires - Tel.: (+54 11) 4506 3343

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